PROBLEMAS DE CONDUCTA EN LOS NIÑOS
En mi experiencia trabajando en consulta con padres, una de las preocupaciones habituales son los problemas de conducta de los hijos.
Son habituales las preguntas sobre cómo actuar y extinguir conductas como las rabietas, las mentiras, la desobediencia, comportamientos agresivos, oposicionistas, etc.
Todos los padres se encuentran ante dificultades al decidir cómo pautar a sus hijos y algunos tras intentar distintas estrategias acuden a la consulta con cuestiones cómo:
-¿Qué puedo hacer cuando mi hijo se niega a vestirse para ir al colegio?
– He intentado diferentes estrategias pero cada vez que digo un no mi hijo hace una rabieta, ¿cómo puedo frenar ese enfado y llanto?
– Cada día a la hora de comer, hacer los deberes, el baño, etc. acabo discutiendo con mi hijo.
– Cuando le digo que nos tenemos que ir del parque, se enfada y hace una rabieta escapándose. ¿Cómo puedo controlar estas situaciones fuera de casa?
Los problemas de conducta se presentan con normalidad a lo largo del ciclo vital y constituyen una dificultad en base a su perseverancia, magnitud y frecuencia. Deben ser evaluados para determinar si existen otros trastornos asociados que dificultan a los padres establecer las pautas. En ocasiones los trastornos de conducta son un síntoma de otras dificultades.
Tips útiles:
- Un niño no es malo, su comportamiento ha sido malo.
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Utilizar el poder de la felicitación, premiar las buenas conductas y elogiar al niño cuando las lleva a cabo. Atender a las conductas adecuadas y no solo a las inadecuadas.
- Pautar al niño mediante avisos, con mensajes claros y cortos indicando la conducta adecuada y las consecuencias, apuntar que dependen de él y su comportamiento. Él decide.
- Cambiar las conductas del niño poco a poco, en vez de realizar avisos y castigos por todas las conductas que queremos corregir, centrarnos en una o dos conductas objetivo y una vez modificada abordar otras.
- Todos los niños necesitan pautas y límites para garantizar su bienestar, es importante que los padres desarrollemos la función de educar, guiar y acompañar a nuestros hijos indicando aquellas conductas que son adecuadas.
- Es importante cumplir con aquello que decimos a nuestros hijos, por ello las consecuencias o premios deben ser realistas y a cumplir en el mismo día a ser posible.
- Hay niños con temperamentos más difíciles que necesitarán pautas a medida.
- Desarrollar un estilo educativo afectuoso y con límites, sin caer en el autoritarismo o la excesiva permisividad.